El papa Francisco viaja los próximos 12 y 13 de abril a Fátima, en Portugal, que, pese a ser considerada un peregrinaje más que una visita apostólica, es su decimonoveno desplazamiento internacional y el país número 28 al que acudirá en su pontificado, que inició con un viaje a Brasil.
En 2013 hizo su primer viaje a Latinoamérica, entre el 22 y el 29 de julio; viajó a Río de Janeiro con motivo de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y visitó el Santuario Nacional de Aparecida.
El siguiente viaje internacional fue al año siguiente, entre el 14 y el 26 de mayo de 2014, cuando peregrinó a Tierra Santa y visitó Jordania, Palestina e Israel.
Su tercer viaje internacional fue entre el 13 y el 18 de agosto de ese año: un viaje apostólico de cinco días a Corea del Sur en cuya capital, Seúl, beatificó a Paul Yung Ji-Chung y 123 mártires asesinados en 1971.
El 21 de septiembre viajó en un día a Albania, su primer desplazamiento a un país de Europa: allí se reunió con líderes de otras religiones, visitó a los niños del centro de Betania y se encontró con enfermos y personas asistidas en centros caritativos del país.
El viaje más breve hecho por un papa lo hizo Francisco el 25 de noviembre de 2014: fueron menos de cuatro horas a Estrasburgo (Francia), donde se reunió con los responsables del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa.
Su sexto viaje internacional fue entre el 28 y el 30 de noviembre a Turquía, en una visita marcada por las citas ecuménicas y el diálogo con el Islam.
En Estambul visitó la Mezquita Azul, en la que rezó con el muftí de la ciudad y en la antigua Constantinopla firmó con Bartolomé I una declaración conjunta para restablecer relaciones con los cristianos ortodoxos. Además, se reunió con el Gran Rabino de Turquía.
Entre el 12 y el 19 de enero de 2015 visitó durante ocho días Sri Lanka y Filipinas, adonde viajó como “misionero”; en Sri Lanka presidió la ceremonia de canonización del primer santo local, el sacerdote José Vaz y visitó Madhu, en el territorio de los tamiles, enfrentados con los cingaleses.
El 15 de enero viajó a Filipinas, donde ofició misa en la catedral de Manila y viajó a Tacloban, en la isla de Leyte, para mostrar su cercanía a todos los damnificados por el tifón Yolanda, que causó miles de muertes.
El 6 de junio fue a Bosnia-Herzegovina; permaneció unas horas en la capital, Sarajevo, donde fue recibido por los representantes de las tres principales etnias y confesiones del país balcánico.
Entre los días 5 y 13 de julio hizo su segundo viaje a Latinoamérica, donde visitó Ecuador, Bolivia y Paraguay.
En Ecuador mantuvo encuentros con la comunidad religiosa y civil y ofreció dos misas multitudinarias, la primera de ellas dedicada a la familia y en Bolivia, fue a Santa Cruz (este), donde visitó la conflictiva cárcel de Palmasola y participó en el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares.
En Paraguay visitó el hospital pediátrico Niños de Acosta Ñu y la población del Bañado Norte, de las más pobres de la capital y presidió una misa en la explanada del santuario mariano de Caacupé.
Entre el 19 y el 28 de septiembre visitó Cuba y Estados Unidos: en La Habana se reunió por separado con los hermanos Raúl y Fidel Castro y mantuvo encuentros con jóvenes, familias y religiosos cubanos.
En EEUU se reunió con el presidente Barack Obama, habló ante el pleno del Congreo y ante la Asamblea General de Naciones Unidas, ofició varias misas, canonizó al franciscano español Junípero Serra y presidió el VIII Encuentro Mundial de las Familias.
Del 25 al 30 de noviembre de 2015 hizo su primer viaje a África, donde visitó Kenia, Uganda y República Centroafricana: en este último país visitó un campamento de refugiados víctimas de la guerra civil y en Bangui, abrió la Puerta Santa de la Catedral, como anticipación del inicio del Jubileo de la Misericordia.
Hizo su cuarto viaje a Latinoamérica del 12 al 18 de febrero de 2016, cuando visitó en México la capital, Ecatepec, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas, Morelia y Ciudad Juárez.
En el marco de esta visita pastoral, el papa Francisco mantuvo un histórico encuentro, en el aeropuerto de La Habana, antes de llegar a territorio mexicano, con el patriarca ortodoxo ruso, Kiril, tras mil años de cisma.
El 16 de abril fue a Grecia, a la isla de Lesbos, para una corta “visita humanitaria” en la que se reunió con los refugiados y honró a las víctimas de las migraciones.
Del 24 al 26 de junio fue a Armenia, donde visitó el memorial de Tzitzernakaberd, que recuerda al millón y medio de armenios que murieron en las deportaciones de 1915.
En julio, del 27 al 31, viajó a Polonia para presidir la XXXI Jornada Mundial de la Juventud.
Entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre fue a Georgia y Azerbaiyán, en una visita de marcado carácter ecuménico, y se reunió con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Georgiana, Elías II.
Entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre viajó a Suecia, un viaje ecuménico para cumplir los deseos que Benedicto XVI manifestó en 2011 y asistir a los actos de conmemoración conjunta de los 500 años de la Reforma de Lutero.
El pasado 28 y 29 de abril visitó Egipto, donde en El Cairo participó en una Conferencia sobre la Paz, visitó la universidad de Al Azhar, el centro de referencia del islam suní, y se reunió con su responsable, el jeque Ahmad al Tayeb, y el patriarca copto-ortodoxo, Teodoro II. EFE
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