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Redacción:

Una nevada excepcional sorprendió a los habitantes de Santiago de Chile el pasado 15 de julio, causando al menos un muerto y dejando a más de 250.000 personas sin luz en sus hogares. Un fenómeno de tal magnitud que no se repetía en la región desde 2007 y una consecuencia más de la ola de frío polar que ha azotado recientemente algunos países sudamericanos, como Argentina o Brasil.

En este último se registraron temperaturas negativas récord con fuertes rachas de viento durante el inicio de esta semana, alcanzando hasta 5 grados bajo cero en ciudades como Sao Joaquim, en el estado sureño de Santa Catarina. Mientras tanto, las olas de calor en buena parte del continente europeo se suceden. Portugal vivió en junio el peor incendio de su historia debido a las altas temperaturas y España padeció la primavera más cálida desde que se tienen datos.

El cambio climático se encuentra detrás del constante aumento de temperaturas que desde hace tres décadas recalienta buena parte del hemisferio norte. Las olas de calor que asolaron Europa en el verano de 2003 dejaron, según datos oficiales, 20.000 muertes en todo el continente, 10.000 en Moscú o 13.000 en toda España. La acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera evidencia que las predicciones solo pueden ir a peor: casi la mitad de la población mundial sufrirá un riesgo alto de muerte por olas de calor a final de siglo.

Los estragos climáticos también se dan en zonas del hemisferio sur a través de masas de aire polar, dejando tiritando el mercurio de los termómetros. Como ocurrió en la localidad argentina de Bariloche hace tan solo una semana, al registrar 25,4 grados bajo cero durante la madrugada, superando los -21,1 que se dieron en 1963. También se registró la nevada más copiosa en la ciudad desde hace más de dos décadas. El frío intenso provocó, al menos, cuatro muertos en todo el país, dejando a numerosas zonas sin suministro eléctrico. Dos días después de la intensa nevada en Bariloche, cerca de 3.000 usuarios no habían recuperado el servicio. El pasado lunes aún el 65 % del territorio argentino soportó sensaciones térmicas inferiores a los 0 grados.

Los estudios indican que el calor puede llegar a ser más devastador que los fenómenos naturales extremos como los huracanes. La tasa de mortalidad en Francia se incrementó un 54 % en las dos primeras semanas de agosto de 2003. Señales que, sin embargo, no bastan para convencer al mayor emisor de dióxido de carbono en el mundo: EE. UU. Donald Trump anunció el pasado 2 de junio que retiraba a su país del pacto de París contra el cambio climático. El 2016 fue el año más caluroso registrado en el planeta.

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