La explosión subterránea causó un sismo de magnitud 6,3, según los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Unos minutos después, se registró otro movimiento de magnitud 4,1, que podría haber provocado corrimientos de tierra y liberado material radiactivo a la atmósfera.
Pyongyang anunció el ensayo de una bomba de hidrógeno lista para ser instalada en un misil balístico intercontinental, lo que desató una ola de condenas internacionales y agravó tensiones ya existentes.
La web especializada 38 North, vinculada a la universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, publicó fotos satélite tomadas el lunes que muestran cambios en la superficie del sitio de pruebas norcoreano, Punggye-ri.
«Estas alteraciones son más numerosas y más extendidas que lo que habíamos podido ver en los cinco ensayos precedentes que condujo Corea del Norte», señalaron los expertos. «No hay ninguna prueba de un cráter hundido, como habría sugerido el sismo posterior», agregaron.
El ministro de defensa surcoreano estima en 50 kilotones la potencia de la explosión mientras 38 North la evalúa en 100 kilotones o más. (I)