El último hielero de Chimborazo recibió un doctorado Honoris Causa
Baltazar Uschca, considerado como el último hielero de Chimborazo recibió el Doctorado Honoris Causa de parte del Instituto Latinoamericano de Liderazgo de México, por su trabajo y lucha para mantener una tradición en el Ecuador. Durante 50 años Ushca ha realizado esta labor y llevado el hielo al mercado de La Merced.
Quito, 15 nov.- ‘El último hielero del Chimborazo’, Baltazar Ushca, recibió el Doctorado Honoris Causa de parte del Instituto Latinoamericano de Liderazgo de México, el evento tuvo lugar esta semana en Riobamba, capital de la provincia ecuatoriana de Chimborazo.
La institución ha entregado un total de 400 Honoris Causa a personalidades destacadas alrededor del mundo, entre ellos a personas que han tenido una labor importante en los ámbitos de la educación, la cultura y el turismo.
Al recibir el reconocimiento, Ushca dijo emocionado que está muy contento por recibirlo y que seguirá sacando hielo del nevado. «Es mi vida”, señaló.
La distinción Honoris Causa es el mayor reconocimiento que entrega una institución de educación superior a las personas que han hecho un aporte importante a la sociedad.
En el caso de Baltazar Ushca, de 74 años de edad, se argumentó para entregarle el alto reconocimiento “su trabajo, lucha y humildad para tratar de mantener una tradición”.
“Baltazar es un ícono para su comunidad y para el pueblo ecuatoriano, un pilar para impulsar el turismo, ya que muchos llegan a conocerlo e incluso quieren acompañarlo en su trayecto” destacó el Rector pro tempore para Sudamérica y Europa del Instituto Latinoamericano de Liderazgo.
A lo largo de 50 años Ushca ha subido el Chimborazo (6.384 metros) para obtener hielo y venderlo en los mercados de Riobamba, para elaboración de jugos y helados de frutas, una tradición que sólo él practica y por eso se ganó el apelativo de “El último hielero”.
Su recorrido demora siete horas hasta llegar a las minas de donde saca los bloques de hielo. El ascenso al Chimborazo lo hace cada martes y viernes. Una vez que extrae los bloques, los envuelve con una hierba y los carga en un asno y en su espalda. Según dice, su labor le da sentido a su existencia. (Andes)
