La Armada Argentina detectó hoy siete llamadas satelitales realizadas a distintas bases desde el submarino ARA San Juan, desaparecido el pasado miércoles en el país sudamericano con 44 tripulantes a bordo, que “no llegaron a establecer contacto”, informaron fuentes oficiales.
Según un comunicado difundido este sábado por el ministerio de Defensa argentino, las llamadas no llegaron a enlazar con las bases de la Armada, lo que “indicaría que la tripulación intenta restablecer contacto”.
“Con la colaboración de una empresa estadounidense especializada en comunicación satelital, se trabaja ahora para determinar la ubicación precisa del emisor de las señales, ante la presunción de que podría tratarse del submarino que lleva a bordo 44 tripulantes”, reza el comunicado.
Las llamadas se produjeron entre las 10.52 hora local (13.52 GMT) y las 15.42 (18.42 GMT), por lo que el Gobierno trabaja para determinar su localización exacta.
Los intentos de comunicación duraron entre 4 y 36 segundos.
“La última posición conocida del ARA San Juan fue en el área de operaciones a través del Golfo San Jorge, a 240 millas náuticas, el equivalente a 432 kilómetros”, detalló el ministerio.
El último reporte del submarino se registró la madrugada del pasado miércoles, tras lo cual, pasado un tiempo prudencial sin tener comunicación con la nave, se resolvió activar a última hora de la tarde del jueves el protocolo de búsqueda.
El sumergible, de origen alemán, había partido el lunes del sureño puerto de Ushuaia y se dirigía de regreso a su base, en la localidad bonaerense de Mar del Plata. Hasta el sábado por la tarde un 80% del área de la superficie ya había sido revisada sin resultado. Fuertes vientos y olas de hasta seis metros dificultaban la búsqueda.
En tanto, familiares de los tripulantes se han concentrado en la Base Naval de Mar del Plata a la espera de noticias.
“Sentimos angustia, estamos contenidos pero no perdemos la esperanza de que van a volver”, dijo Marcela Moyano, esposa del maquinista Hernán Rodríguez, a la televisora TN.
Se abrazan unos a otros para darse fuerza. La Armada les ha proporcionado ayuda psicológica y un obispo visitó a los familiares para animarlos y compartir oraciones.
“Es angustiante, pasan las horas, hay silencios y miradas; estamos muy contenidos”, dijo Moyano.
La mujer habló con su esposo cuando el submarino zarpó y todavía le envía mensajes por WhatsApp como lo hace habitualmente, pero no ha obtenido respuesta, según dijo.
El submarino ARA San Juan, de fabricación alemana y con propulsión diésel eléctrica de la clase TR 1700, es buscado en la zona del Golfo San Jorge, que comparten las provincias de Chubut y Santa Cruz, donde se registró su última posición el 15 de noviembre cuando se dirigía a la base naval de Ushuaia, en el extremo sur de Argentina.
En el Vaticano, el papa Francisco alentó los esfuerzos de búsqueda y ofreció su “ferviente oración” por los tripulantes.
A su vez, el presidente Mauricio Macri tuiteó el sábado que está comprometido a “utilizar todos los recursos nacionales e internacionales que sean necesarios para hallar” al submarino “lo antes posible”.
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Por CARLOS VALDEZ y BRUNO VERDENELLI, Associated Press. Carlos Valdez colaboró con este despacho desde La Paz, Bolivia. SE ha editado con despachos de EFE.