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El concurso para la construcción de la refinería de Manabí, principal proyecto que el Gobierno de Ecuador ofrece a inversores extranjeros, podría verse retrasado a raíz de unos cambios legales que impiden que Petroecuador pueda sacar adelante su licitación y por la falta aún de candidatos sólidos.

“Seguimos avanzando, estamos apretados en tiempos, no se mueven las cosas tan rápido como quisiéramos porque uno de los problemas con los que nos encontramos es que Petroecuador, de acuerdo a la nueva legislación, no puede licitar esto”, aseguró hoy a Efe el ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez.

De acuerdo al titular, el organismo que debe sacar a concurso público es la Secretaría de Hidrocarburos, que es “la única autorizada para concesionar este tipo de proyectos”.

Por esa razón, su ministerio ha tenido que cambiar el modelo seguido hasta ahora y “juntar” a la Secretaría y a la petrolera estatal para poner en común recursos y técnicos.

Pérez hizo las declaraciones a Efe después de un desayuno de trabajo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), en la que su secretario general, el uruguayo Alfonso Blanco, repasó las actividades de 2017 y los objetivos para los próximos años.

La refinería de Manabí, antes conocida como Refinería del Pacífico, es un proyecto inacabado del anterior gobierno de Rafael Correa y que el actual presidente, Lenín Moreno, trata de rescatar tras haber encontrado graves fallas y malgasto de recursos públicos.

Tras un estudio del caso, el Gobierno decidió el año pasado no tirar por la borda los 1.500 millones de dólares invertidos hasta ahora y sacarlo de nuevo a concurso, aunque la inversión requerida -de entre 5.000 y 8.000 millones de dólares- hace difícil hallar candidatos.

“El proceso está avanzando, estamos esperando que haya un decreto presidencial para lanzar ya la licitación al mercado. Hemos cargado en el sitio web de Petroecuador la información (..) Obviamente hay que hacer una evaluación técnica de las empresas y de la capacidad económica también porque es un proyecto bastante pesado en cuanto a requerimiento de recursos”, afirmó Pérez.

Por el momento, confirmó, no se tiene ninguna oferta en firme, cuando el plazo propuesto por el Ejecutivo es que el 24 de mayo se tuviera ya elegida a la concesionaria.

“Estamos trabajando con eso. Va a depender un poco de si las empresas están en capacidad de entregar la propuesta en ese tiempo. Yo creo que va a postergarse algo, porque de lo que he conversado con las empresas, no van a poder en ese tiempo récord preparar una oferta que tenga sentido”, valoró el titular de Hidrocarburos.

Hasta ahora, Ecuador está tratando los asuntos técnicos con una de ellas, y con “las otras se han dado reuniones donde han venido a plantear alternativas al país, pero son conversaciones informales”.

El coste final del proyecto dependerá en definitiva del alcance que acuerden el Gobierno y las concesionarias.

Ecuador requiere un mínimo de 200.000 barriles diarios para la viabilidad del proyecto, aunque aspira a mucho más.

“Si las empresas presentan una propuesta alternativa de menor capacidad de refinería, mientras esté dentro de los límites que nosotros tenemos, lo consideremos y probablemente haya una variación de precios”, subrayó.

Pero por debajo de los 200.000, “no lo podemos aceptar porque tenemos que proyectar las necesidades para al menos los próximos diez años y el consumo nacional”, concluyó Pérez. EFE

 

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