El Pontífice, vestido de púrpura en recuerdo de la sangre de Cristo derramada en la cruz, se postró en el suelo, delante del altar, para orar durante unos minutos
El Papa Francisco presidió los oficios solemnes de Viernes Santo en medio de la seguridad reforzada para la procesión de la Vía Crucis.
La policía, los carabineros y las fuerzas armadas estaban en alerta y las celebraciones coincidieron con una serie de arrestos de presuntos extremistas islámicos; se advirtió sobre el regreso de combatientes desde Irak y Siria.
Conforme al medio católico Aciprensa, la Basílica estaba completamente desprovista de ornamento e iluminada por una luz suave en consonancia con la sobriedad de la ceremonia.
El Pontífice, vestido de púrpura en recuerdo de la sangre de Cristo derramada en la cruz, al igual que los demás celebrantes, se postró en el suelo, delante del altar, para orar durante unos minutos.
Tras lo cual, se puso de nuevo en pie para comenzar con la proclamación de la liturgia de la Palabra.
En el Viernes Santo, la Iglesia recuerda el drama de la muerte de Cristo en la Cruz, una cruz que, alzada sobre el mundo, ofrece un signo de salvación y esperanza a la humanidad, según la web Vatican Insider.
Francisco se postró enfrente del altar al comienzo del servicio nocturno que incluyó cánticos litúrgicos.
El Papa planea trasladarse al Coliseo para presidir la procesión del Vía Crucis, que este año contará con meditaciones preparadas por estudiantes católicos.
Las solemnes celebraciones coinciden con una nueva polémica en el Vaticano: se reportó que Francisco dijo el infierno no existe.
El Vaticano no ha negado los comentarios publicados por el diario La Repubblica; sólo señaló que el periodista reconstruyó una conversación.
Fue la quinta vez en cinco años que el Pontífice habló con el fundador de La Repubblica, Eugenio Scalfari, un ateo militante que no graba ni toma notas durante las entrevistas.
Cada vez que ha aparecido una entrevista con Francisco en la primera plana de este diario, la oficina de prensa vaticana expone que las palabras del Papa no fueron reproducidas de manera precisa, aunque no las rechaza de plano.
El vocero Greg Burke no respondió cuando le preguntaron si el Papa cree en el infierno o no.
Pero las dudas enfurecieron a los católicos conservadores, que, según medios locales, perdieron la paciencia con un Pontífice al que la doctrina parece importarle menos que el diálogo, sobre todo con ateos y personas de otras religiones.
- Con información de AP | excelsior.com.mx