La OPEP elevó hoy hasta los 98,85 millones de barriles diarios (mbd), un 1,7 % más que en 2017, la estimación sobre la demanda mundial de crudo para este año y pronosticó que los factores “geopolíticos” seguirán “impactando” en la oferta de esa materia prima.
La retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, entre otros factores, “apunta a una creciente incertidumbre”, indica la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su informe mensual, publicado hoy en Viena.
Los analistas del grupo energético también advierten de que “las preocupaciones potencialmente disruptivas han aumentado”, lo que podría afectar al suministro mundial de petróleo cuando el barril de oro negro está en precios máximos desde finales de 2014.
La nueva previsión sobre el consumo mundial de esa materia prima en 2018 (98,85 mbd) supone un incremento del 1,65 mbd (1,7 %) respecto a 2017 y una revisión al alza en 150.000 bd respecto a lo estimado hace un mes.
Los cálculos de esta sólida demanda están basados en las buenas perspectivas de la economía mundial, con un crecimiento que la OPEP prevé será del 3,8 % este año.
Tanto las “preocupaciones geopolíticas” como la “robusta demanda” y la reducción de los suministros de la OPEP, Rusia y otros nueve productores independientes, han impulsado al alza a los precios del petróleo, recuerda el informe.
El crudo de referencia de la OPEP se encareció en abril hasta mediar 68,43 dólares por barril, un 7,3 % (4,67 dólares) más que el promedio de marzo, y continuó avanzando en mayo hasta superar el pasado jueves los 74 dólares por primera vez en tres años y medio.
En cuanto al suministro, el bombeo de abril de los catorce socios de la OPEP fue de 31,9 mbd, con un leve aumento de 12.100 bd respecto al mes anterior, según el documento.
Venezuela es el socio que más ha reducido sus extracciones el mes pasado, con una caída de 41.700 bd, seguido de Gabón (9.300 bd), Nigeria (8.300 bd), Angola (7.800 bd), Guinea Ecuatorial (6.800 bd), Catar (4.300 bd) e Irak (700 bd).
No obstante, estos retrocesos quedaron compensados por sendos aumentos de Arabia Saudí (46.500 bd), Argelia (17.700 bd), Irán (10.00 bd), Libia (6.900 bd), Emiratos Árabes Unidos (6.100 bd), Ecuador (3.100 bd) y Kuwait (800 bd).
La cifra total de la producción conjunta sigue por debajo del tope máximo de 32,5 mbd fijado a fines de 2016, en un pacto junto a otros productores que supuso la retirada del mercado de 1,8 mbd a partir del 1 de enero de 2017.
La rebaja de los suministros, vigente en principio hasta el 31 de diciembre próximo (si bien la OPEP y sus aliados volverán a revisar el situación en una reunión el 22 de junio en Viena), ha contribuido a drenar los inventarios de crudo.
Según el informe, esas reservas comerciales de petróleo en los países industrializados cayeron en marzo en 12,7 millones de barriles, hasta 2.829 mb, nivel que aún supera levemente, en 9 millones, la media de los últimos cinco años.
Pese a los factores alcistas sobre los precios, la OPEP destaca que precisamente el mayor valor del barril está impulsando la producción rival, sobre todo la de esquisto en Estados Unidos, que ya en 2017 “ha visto aumentar las inversiones en más del 42 %”, hasta totalizar unos “138.000 millones de dólares”.
Así, el informe vaticina para 2018 un incremento de la “producción No OPEP” hasta 59,62 mbd, 1,72 mbd más que en 2017 y 10.000 bd más que lo estimado hace un mes. EFE
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