Esto ha denunciado una alta funcionaria de la oficina de derechos humanos de la ONU en una reunión sobre la situación de estos pueblos, que deben ser “urgentemente incluidos” en la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible.
“Los 370 millones de indígenas, repartidos por 70 países, son el vivo ejemplo de las personas más desamparadas, marginadas y olvidadas del mundo”, afirmó Kate Gilmore ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra este miércoles, la número 2 de la oficina que preside Michelle Bachelet.
Gilmore aseguró que existe una “urgencia” de incluir totalmente a los pueblos indígenas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, pero que el desarrollo no debe significar destrucción ni exclusión, por lo que el respeto a sus derechos humanos es fundamental.
La Alta Comisionada adjunta para los Derechos Humanos recordó que el 5% de la población mundial es indígena, pero que más de un tercio de la población más pobre pertenece a estos pueblos. “Los que más se han quedado atrás, son los indígenas, representan más del 30% de la pobreza extrema mundial”, dijo.
Gilmore recalcó que las también llamadas primeras naciones no son solo excluidas del desarrollo, sino que a menudo son las primeras víctimas de este, al ser despojadas de sus tierras y ser víctimas de una amenaza constante a sus formas de vida tradicionales, lo que erosiona también el patrimonio de la humanidad.
“Las primeras naciones son a menudo las últimas personas: las últimas en ser escuchadas, las últimas en ser incluidas, en ser consultadas o recibir una compensación; es tanto así que en el contexto y la causa de los esfuerzos de «desarrollo» las actividades tradicionales de los pueblos indígenas pueden incluso estar prohibidas; y puede haber casos de violaciones de los derechos humanos, así como impunidad, detenciones arbitrarias, desapariciones, violencia e incluso asesinatos”, dijo.
Fuente: ONU