El Gobierno de Ecuador anunció este jueves una ruptura del diálogo con la principal central obrera del país, aunque ratificó su disposición de mantener las conversaciones con el movimiento indígena, tras las duras protestas de días pasados.
El secretario particular de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán, explicó en una rueda de prensa que el Ejecutivo ya no dialogará con el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), luego de que esa organización convocara a una movilización para finales de este mes.
El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, «después del anuncio del FUT, hoy en la mañana, de que ellos harán una movilización nacional el día 30 (de octubre), no se reunirá con el FUT, porque entendemos que si hay una movilización prevista, el diálogo ya no es parte de la agenda«, explicó Roldán.
Se entiende, dijo, que si el FUT convoca a una movilización, en medio del proceso de diálogo, «no busca aportar al debate que los ecuatorianos necesitan. Hoy todos necesitamos trabajar, ya no más excusas«, recriminó el funcionario.
Además, Roldán remarcó que las llamadas «mesas técnicas» de diálogo, que se instalaron el pasado domingo con el movimiento indígena, se mantendrán bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y el Sistema de Naciones Unidas en Ecuador.
De su lado, el ministro de Economía, Richard Martínez, en la misma rueda de prensa, se preguntó si el FUT verdaderamente busca sentarse a una mesa de conversaciones con el Gobierno.
«El FUT decide hacer una movilización cuando el país necesita trabajar y hacerlo en paz. Cabe la pregunta si su objetivo real es el diálogo«, señaló Martínez en declaraciones subidas a su perfil de Twitter.
Por otra parte, el ministro informó de que el presidente Moreno ha decidido enviar este viernes a la Asamblea Nacional (Parlamento) una reforma tributaria y que próximamente hará la entrega al Legislativo de otro proyecto laboral, cuando concluya la consulta a sectores involucrados en el tema.
Este viernes, indicó Martínez, el Gobierno entregará a la Asamblea la «reforma legal para modernizar el sistema tributario y promover emprendimiento«.
«La reforma laboral se abre al diálogo para enviarla en las próximas semanas» con el objetivo de «facilitar la contratación pensando (en) quienes no tienen empleo», añadió el ministro de Economía.
Esa reforma laboral, que fue anunciada el pasado 1 de octubre por el presidente del país en el marco de un programa de ajustes atados al acuerdo crediticio (4.200 millones de dólares) con el Fondo Monetario Internacional, fue cuestionado por el sector sindical por el temor a una precarización del empleo.
Dicho programa de ajustes incluía un polémico decreto ejecutivo para eliminar el subsidio a los combustibles y el consecuente encarecimiento de los carburantes, lo que desató las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y el FUT.
Las violentas protestas, duramente reprimidas por la policía, concluyeron el pasado 13 de octubre cuando el presidente Moreno aceptó la derogación del decreto sobre las gasolinas.
Además, abrió un espacio de diálogo con el movimiento indígena y dijo que iba a extender esa práctica a otros sectores, aunque la convocatoria a la movilización anunciada por el FUT trastocó esa posibilidad con al principal central obrera ecuatoriana. EFE