Al menos ocho judíos ultraortodoxos han sido detenidos durante el segundo día de protestas contra el servicio militar obligatorio a las puertas del centro de reclutamiento militar de Tel Hashomer, en la periferia de Tel Aviv, después de que el Ejército comenzara a mandar avisos a cientos de jóvenes.
Según el periódico israelí Maariv, varios cientos de haredim (término en hebreo para referirse a los ultraortodoxos) lanzaron botellas a la policía montada, que montaron barreras y aparcaron camiones para bloquear una entrada secundaria al centro.
Unos 500 jóvenes ultrarreligiosos recibieron hoy órdenes de presentarse en la oficina de reclutamiento (y otros 600 ayer), después de que una decisión del Tribunal Supremo israelí tumbara la exención que les ha mantenido fuera del Ejército durante décadas.
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Solo unas pocas decenas de reclutas llegaron hoy al centro, según la prensa hebrea, mientras que cientos de ultraortodoxos de todas las edades se congregaron a las puertas por segundo día consecutivo para protestar. Según el medio israelí Times of Israel, la manifestación de hoy ha sido declarada ilegal por las autoridades.
Según estimaciones del medio israelí Walla, solo un tercio de los convocados terminarán sirviendo en las fuerzas armadas, ya que los propios líderes espirituales de las comunidades religiosas han llamado a ignorar las órdenes de reclutamiento.
A comienzos de abril expiró una norma temporal que permitía mantener la exención militar de los haredim, que desde la fundación del Estado de Israel han evitado el servicio obligatorio, y numerosos grupos de la sociedad civil han reclamado acabar con los privilegios de los ultraortodoxos, que representan alrededor del 13 % de la población israelí.
Tras meses de polémica sobre si la medida continuaría en funcionamiento o no, el Supremo israelí decidió que «no existe base legal para excluir a los hombres ultraortodoxos del reclutamiento» y que si no sirven en el Ejército tampoco deben recibir subvenciones educativas y de asistencia social financiadas con fondos públicos.
Después de que la guerra en Gaza llevara a la movilización masiva de unos 300.000 reservistas, también para batallones tanto en la frontera norte con el Líbano como en el territorio ocupado de Cisjordania, muchos israelíes reclaman al primer ministro, Benjamín Netanyahu, que todos los jóvenes cumplan con su deber militar.
Ahora, los 67.000 hombres haredim elegibles (el equivalente a cinco divisiones militares) se enfrentan a su entrada gradual en las fuerzas armadas. EFE (I)