La Balsa, 15 de agosto de 2024 (CHLV) – Los moradores de La Balsa, un puerto internacional en la frontera entre Ecuador y Perú, han expresado su creciente preocupación por el deterioro de la infraestructura y la falta de atención por parte de las autoridades locales y provinciales. A pocos días de las festividades binacionales en honor a la Virgen del Cisne y Santa Rosa de Lima, la comunidad enfrenta serios problemas que afectan tanto su calidad de vida como la imagen que proyectan a los visitantes.
Fallos en el sistema de saneamiento y servicios básicos
Uno de los problemas más críticos señalados por los residentes es el mal funcionamiento del pozo séptico, instalado hace un año como parte de un proyecto de infraestructura aún no entregado oficialmente. María Acaro, presidenta del Comité Pro Mejoras, señaló que desde que comenzó a operar, la planta ha presentado fallos que no han sido solucionados pese a las múltiples quejas. «Los olores son insoportables, especialmente para las personas que viven cerca de la planta. Este problema debe resolverse antes de las festividades», declaró Acaro, quien también destacó la importancia de que la obra sea entregada formalmente y en buenas condiciones.
Freddy Pintado, otro morador de la comunidad, también expresó su preocupación por la situación del pozo séptico. «El pozo está lleno y colapsado. Las aguas se desbordan, lo que genera malos olores y un riesgo de enfermedades», explicó. Pintado señaló que la ubicación actual del pozo es inadecuada y propuso su reubicación para que realmente beneficie a la comunidad y no cause una mala impresión a los turistas, especialmente con la llegada de las festividades.
Promesas incumplidas y abandono de las autoridades
Miguel Abad, otro residente, denunció que las promesas hechas por las autoridades durante las campañas políticas han quedado en gran parte incumplidas. «Nos prometieron traer agua potable, adoquinar las calles y mejorar los servicios básicos. De todo eso, apenas se ha completado el adoquinado, y el pozo séptico colapsó poco después de ser instalado», lamentó Abad. También destacó la falta de atención a otras necesidades de la comunidad, como la construcción de una capilla y la falta de un trabajador permanente para el mantenimiento del área.
Abad añadió que la situación es especialmente vergonzosa dado que La Balsa es un punto de entrada y salida del país. «Vivimos en un cordón fronterizo y no hemos visto cambios significativos en más de 24 años.
Preparativos para las festividades
A pesar de los desafíos, la comunidad está realizando esfuerzos para preparar La Balsa para las próximas festividades. Según Acaro, se ha organizado una minga de limpieza con la participación de los moradores, el municipio y la junta parroquial. «Nuestra expectativa es ofrecer una buena imagen a los visitantes, pero necesitamos que se solucione el problema del pozo séptico antes de que comiencen las celebraciones», afirmó. Las festividades, que incluyen una caravana motorizada y una romería, se espera que atraigan a miles de personas, tanto de Ecuador como de Perú. «Todo está prácticamente listo, pero el problema del pozo séptico sigue siendo