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Líderes locales de ambos países abordan el impacto del financiamiento del BID en la integración regional, la movilidad fronteriza y el desarrollo económico.

Zumba 07/10/24.- La reciente aprobación del crédito por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para culminar el Eje Vial Cuatro en Ecuador marca un hito para la región fronteriza. Autoridades locales de Ecuador y Perú para Chinchipe Hoy “La Voz informativa” analizan el significado de este proyecto que, tras años de espera, tiene el potencial de transformar la conectividad, el comercio y el turismo entre ambas naciones.

Una obra esperada por años
En el cantón Palanda, el alcalde Segundo Jaramillo expresa una visión optimista respecto al crédito aprobado por el BID. “Tanto Palanda como Chinchipe estaban perdiendo la esperanza”, dice Jaramillo, refiriéndose al largo proceso que ha caracterizado este proyecto. El Eje Vial Cuatro ha sido un tema recurrente para las administraciones locales y nacionales. “Cada autoridad, de alguna manera, ha contribuido a este logro”, señala Jaramillo, recordando que la gestión para obtener el financiamiento ha trascendido barreras políticas.

El alcalde reconoce los desafíos en la infraestructura vial local, especialmente en los tramos más complejos. “En Palanda hemos conseguido los puentes, pero todavía hay zonas críticas”, comenta. A pesar de estas dificultades, Jaramillo observa el proyecto como una oportunidad para mejorar la economía y el turismo en la región. «El Eje Vial Cuatro representa desarrollo no solo a nivel local, sino también para la relación con Perú», afirma. La comunidad de Palanda, agrega, acoge la noticia con renovada esperanza, enfocando sus expectativas en la culminación de esta obra.

Perspectiva peruana: integración y desarrollo
Desde el lado peruano, el coordinador del Eje Vial Cuatro, Yeudi Ahumada, destaca la importancia de la obra para la conectividad binacional. “Para nosotros es una gran satisfacción”, manifiesta. Ahumada describe el impacto que tendrá la conexión de los 53 kilómetros de carretera en Ecuador, que unirán Zumba, Loja y Zamora con la vía peruana que se extiende desde Saramiriza. El corredor previsto promete no solo una mejora en la movilidad fronteriza, sino también una herramienta estratégica para el comercio y el intercambio cultural.

Ahumada subraya la necesidad de la presencia activa de autoridades y ciudadanos en este proceso. “Cuando se inicie la construcción, es fundamental que estemos presentes, como se hizo en Perú”, sostiene. La obra, insiste, no es solo una cuestión de infraestructura; es un paso hacia una relación más estrecha entre las dos naciones, con implicaciones económicas y sociales significativas.

El crédito del BID: impulso para la integración regional
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de 150 millones de dólares para Ecuador, con la meta de mejorar la integración regional y elevar la calidad de vida en las zonas fronterizas. El Proyecto de Integración Fronteriza Eje Vial No. 4 se centrará en el tramo de 54,57 kilómetros de la carretera Bellavista-Zumba-La Balsa, uno de los últimos tramos sin pavimentar en la Red Vial Estatal.

El proyecto beneficiará directamente a los 10.800 habitantes del cantón Chinchipe y, de manera indirecta, a la población de Zamora Chinchipe, que cuenta con 114.300 habitantes. Entre sus objetivos principales se encuentran la mejora de la eficiencia y seguridad vial, la facilitación del acceso a servicios de salud y educación en la zona fronteriza, y el fortalecimiento de la capacidad institucional del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). El financiamiento incluye obras de estabilización de taludes para mitigar riesgos de deslizamientos, mantenimiento de la carretera por dos años, e implementación de medidas ambientales y sociales. Además, se planea la instalación de sistemas de alerta temprana y la utilización de inteligencia artificial para gestionar los riesgos de desastres.

Expectativas y futuros beneficios
Las expectativas generadas tras la aprobación del crédito se centran en la ejecución de la obra. Jaramillo, desde Palanda, reconoce que la espera ha sido larga, pero insiste en que lo fundamental es concluir la obra para garantizar la conectividad. «El tiempo que venga ya no tiene importancia; lo que importa es que se termine», sostiene.

Ahumada, por su parte, enfatiza el potencial de este eje vial para integrarse con el corredor multimodal peruano que se proyecta hasta el puerto de Chancay en Lima. Esta conexión abrirá nuevas rutas para los productos ecuatorianos hacia los mercados internacionales, especialmente en la región Asia-Pacífico. «Este eje no será una carretera vacía, sino un corredor activo para el comercio y el desarrollo de la región», recalca Ahumada. La obra, afirma, es un paso firme hacia la consolidación de la relación comercial y cultural entre Ecuador y Perú.

El camino por delante
Las autoridades locales ven en el Eje Vial Cuatro una infraestructura crucial para el futuro de las comunidades fronterizas. El respaldo del BID supone un impulso decisivo para una obra que promete dinamizar la economía, mejorar la movilidad y fortalecer la integración binacional. La próxima fase será la materialización de esta visión, en un proceso que demandará la cooperación continua entre autoridades, comunidades y organismos internacionales.

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