En solo seis horas, el Hughes Fire arrasó 3.500 hectáreas en la zona de Castaic Lake, al norte de Los Ángeles. Este siniestro representa ya más de la mitad de la superficie consumida por el Eaton Fire, uno de los dos grandes incendios que en las últimas semanas han azotado la región.
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23 de enero 2025
Despliegue de medios y evacuaciones masivas
Las condiciones climáticas adversas, caracterizadas por vientos fuertes, vegetación seca y escasa humedad, han propiciado la rápida propagación de las llamas. Aun así, los bomberos muestran confianza, a diferencia de los incendios ocurridos hace 15 días, cuando la situación era más crítica.
- Se han movilizado 4.000 bomberos para combatir el fuego.
- Más de 31.000 personas recibieron órdenes de evacuación en las áreas cercanas al lago, a unos 50 kilómetros de Los Ángeles.
- La autopista 5 —arteria que recorre California— reabrió tras permanecer cerrada varias horas, lo que refleja cierto optimismo sobre el control de la emergencia.
Testimonio de una habitante afectada
María Hernández, vecina de Castaic Lake, relató a RFI su experiencia:
“Hay mucho humo y caen cenizas en los ojos. Tuve que evacuar mi casa, pero sigo en mi negocio. Ya ocurrió otras veces, así que solo tomé documentos y fotos irremplazables. Me fui a casa de mi hijo y de mis padres. En una ocasión, el incendio llegó hasta la línea de mi casa, pero ahí lo detuvieron”.
Llamas bajo monitoreo constante
El jefe del Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, afirmó que a pesar de que el fuego sigue siendo difícil de contener, “lo estamos controlando”.
La gran presencia de equipos de respuesta tras los incendios previos en la región —incluidos helicópteros y aviones cisterna de diversos puntos del oeste del país— ha facilitado el trabajo de extinción.
Una esperanza cautelosa
Las llamas han calcinado principalmente zonas naturales hasta el momento, sin causar grandes afectaciones en áreas habitadas. Sin embargo, las autoridades mantienen la alerta máxima ante la persistencia de vientos y la elevada sequedad de la vegetación. El despliegue de recursos y el descenso esperado de los vientos alimentan la esperanza de que estos incendios no escalen a la magnitud de anteriores temporadas en California.
Fuente: rfi