Noboa deroga cinco decretos de Lasso vinculados a indultos para PPL con enfermedades y otros delitos

Mediante el Decreto Ejecutivo No. 511, el presidente Daniel Noboa eliminó las disposiciones que otorgaban beneficios de excarcelación a ciertos grupos de personas privadas de libertad (PPL). La nueva norma precisa que quienes no cumplían con los requisitos establecidos enfrentarán procesos administrativos y penales.

Chinchipe Hoy La Voz noticias


23 de enero 2025

Los decretos eliminados fueron emitidos entre 2021 y 2023 por el entonces mandatario Guillermo Lasso. Con su derogatoria, quedan sin efecto legal las siguientes disposiciones:

  • Decretos Ejecutivos 264 y 265: Concedían indulto a PPL con sentencias por contravenciones de tránsito y a quienes padecían enfermedades catastróficas, terminales o tuberculosis.
  • Decreto Ejecutivo 355: Otorgaba indulto a sentenciados por robo, hurto, estafa y abuso de confianza, tras cumplir el 40% de su condena, con el objetivo de reducir el hacinamiento carcelario.
  • Decreto Ejecutivo 816: Permitía el indulto a 130 mujeres en situación de vulnerabilidad.
  • Decreto Ejecutivo 949: Amparaba a PPL con diagnósticos validados por el Ministerio de Salud Pública, principalmente enfermedades graves como cáncer, insuficiencia renal, tuberculosis y coinfección TB-VIH.

Según el nuevo Decreto Ejecutivo 511, los efectos jurídicos de la medida no perjudicarán a quienes cumplieron los requisitos de los decretos derogados hasta la fecha de emisión de la nueva disposición. Sin embargo, cualquier salida de presos fuera de los parámetros establecidos podría resultar en responsabilidades administrativas y penales para los servidores públicos involucrados.

El presidente Noboa enfatizó que, en caso de otorgar un futuro indulto, se aplicará un trato individualizado a cada caso, basándose en el numeral 18 del artículo 147 de la Constitución del Ecuador.

Con esta decisión, se busca reordenar las condiciones de excarcelación y evaluar de forma puntual posibles indultos. La decisión de Noboa marca un nuevo enfoque en la política carcelaria, alejándose de los lineamientos aplicados durante el gobierno de Lasso.

Fuente: El Telégrafo

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