Chamico, Zumbi, Namírez y La Saquea, entre las zonas más afectadas; la minería ilegal y la falta de control estatal agravan el desastre
Zamora Chinchipe. 12/05/25.- Las intensas lluvias registradas desde la madrugada del domingo 11 de mayo provocaron nuevas inundaciones en distintos sectores de la provincia. Chamico, Zumbi, Namírez, La Saquea y otras comunidades reportaron afectaciones graves, reviviendo un patrón de desastres que va más allá del clima.
En Chamico, el río Zamora se desbordó y el agua alcanzó la mitad de las viviendas. Camas, cocinas y alimentos quedaron bajo el lodo. Familias enteras —incluidos adultos mayores— apenas lograron ponerse a salvo. La comunidad señala que la causa de fondo es la actividad minera informal que estrecha el cauce del río, a pocos metros de las casas. Las montañas de arena y piedra removidas por mineros ilegales desvían el curso natural del agua, generando represamientos que luego se desbordan con fuerza destructiva.
A pesar de las reiteradas denuncias, no hay acciones concretas por parte de las autoridades. Según los habitantes, “las autoridades solo vienen para la foto, prometen soluciones, pero nunca regresan”.
La situación en La Saquea también es crítica. La planta de asfalto de la empresa pública VIALZACHIN quedó completamente inundada. Las máquinas están bajo el agua, la producción está paralizada y no hay un pronunciamiento oficial. Ni la prefecta provincial ni el gerente de la empresa han dado declaraciones o expuesto algún plan de acción.
La combinación de lluvias extremas, minería irresponsable y ausencia institucional transforma un evento climático en una tragedia sostenida. El silencio oficial, denunciado por las comunidades, se percibe como una forma de violencia que normaliza el abandono.