Comunidades del Azuay denuncian destrucción de páramo en la frontera con Zamora Chinchipe

Campesinos alertan remoción de vegetación, cierre de caminos públicos y presencia de hombres armados en zona hídrica compartida entre Azuay y Yacuambi.

Redacción regional

AZUAY / ZAMORA CHINCHIPE, 02 de junio de 2025. — El Gobierno Comunitario del Agua del Azuay denunció este martes una serie de agresiones al ecosistema de páramo ubicado en la frontera entre las provincias de Azuay y Zamora Chinchipe, específicamente entre los cantones Nabón y Yacuambi.

La inspección, realizada con acompañamiento de la Defensoría del Pueblo, reveló daños graves en una zona estratégica para la conservación del agua. Según el comunicado oficial, los campesinos resisten ante lo que consideran una amenaza directa a sus fuentes hídricas y a los derechos de las comunidades.

Durante la visita técnica estuvieron presentes funcionarios del MAATE (zonales 6 y 10), ARCA, personal ambiental del Municipio de Nabón, técnicos de la Prefectura del Azuay, representantes del GAD de Cochapata y presidentes de juntas de riego.

Sin embargo, no asistieron representantes del GAD de Yacuambi ni de la Prefectura de Zamora Chinchipe, pese a tener competencia directa sobre el territorio en conflicto.

Según el reporte comunitario, las autoridades de Yacuambi ya han sido informadas en sesiones del consejo cantonal sobre la situación, y han visitado el área afectada. No obstante, hasta el momento no han emprendido acciones claras para frenar las intervenciones que amenazan el ecosistema.

En el lugar, hombres encapuchados y armados —presuntamente contratados como guardias privados— custodian un portón metálico que bloquea el paso a un camino público que conduce a los canales de riego. Esta situación, según los denunciantes, constituye un acto de intimidación y privatización del agua.

La Defensoría del Pueblo constató en terreno la remoción de vegetación, la construcción de infraestructura, el uso de hornos de leña, la apertura de vías para maquinaria pesada y la afectación directa a canales de riego. Todos estos cambios impactan negativamente sobre un ecosistema frágil y vital.

El páramo en cuestión actúa como regulador natural del recurso hídrico que abastece a múltiples comunidades, tanto en Azuay como en Zamora Chinchipe.

¿Por qué las autoridades se ausentan? ¿Hay compromisos con los hacendados?”, cuestiona el comunicado del Gobierno Comunitario del Agua. A esto se suma la indignación de los campesinos que denuncian ser criminalizados por defender la naturaleza.

Las comunidades exigen respuestas inmediatas del Estado, sanciones a los responsables y protección efectiva de sus territorios. “La naturaleza y los derechos de las comunidades no se negocian”, advierten.

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